Si piensas en Corea, lo primero que se viene a la mente es el señor "gordo" con traje negro que la gobierna y nos olvidamos de Corea del Sur, un lugar completamente distinto e inexplorado por turistas sudamericanos.
Para llegar desde Chile es necesario cruzar casi todo el mundo, en un largo viaje de más de un día en avión. Como está al otro extremo, siempre te encuentras con otra estación del año completamente opuesta y con diferencia horaria de 12 horas más, considera uno o dos días para adaptarte.
Desde que pusimos un pie en Seul todo cambio, dejamos las poleras, shorts y chalas por abrigadas chaquetas, gorros de lana y zapatillas outdoor, para comenzar la aventura de vivir un mes en este desconocido y extraño país.
Llegamos a un aeropuerto muy grande, uno de los mas transitados de Asia, al decir que veníamos de "South América", el rostro de felicidad de cada funcionario es sorprendente, la amabilidad de la gente fue algo muy inesperado para nosotros.
Como en casi todos los aeropuertos internacionales tienes la opción de tomar el metro, avan, taxi o buses, nosotros optamos por esta última ya que teníamos un boleto de descuento de 1.000 wones (poco mas de un dolar)... después de 3 horas ya nos encontrábamos en el hostel bebiendo soju y compartiendo con diferentes personas, que al cabo de unos días se convertirían en buenos amigos.
Dato huella:
- El agua es completa y absolutamente potable, en todo Corea, nosotros ninguna día compramos agua embotellada.
- Todo lo que este en la mesa en un restaurant o cualquier lugar de venta de comida es gratis, eso incluye el agua, kimchi, rábano asiático, etc. Si quieres pedir más puedes decir "Chuseyo" y apuntar el plato, que significa quiero más de ...
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