Tomamos el camino más arriesgado, el que parecía ser la opción más económica
pero con el riesgo inminente de tener que pagar el triple en coimas,“arrendar
una moto (scooter) en Bali” sin duda toda una experiencia.
Lo primero que intentamos fue evadir la moto, arrendamos una
bicicleta que era una excelente opción para hacer deporte y conocer la ciudad…
pero nosotros somos muy perdidos, podemos girar en redondo sin
siquiera darnos cuenta (y alucinamos una y otra vez con algo diferente en el
paisaje), y en bicicleta no fue la excepción, nos perdimos de ruta por lo que a
la media hora íbamos de camino al cerro en una ruta distinta y completamente exhausto
por lo que la bicicleta no fue una opción para nosotros.
Después de darle mil vueltas, preguntarle a los locales de
cuanto seria "la coima" que tendríamos que
pagar por no andar con licencia internacional y más aún sin tener ningun tipo de licencia, y en caso de tenerlas igual nos cobrarían por andar con las luces encendidas, apagadas o simplemente por ser extranjeros, a pesar de todo tomamos el desafío de arrendar una moto en Bali.
La arrendamos por
50.000 rupias el día, el dueño cobraba 10.000 rupias más por
un seguro de accidentes, que en realidad
no cubría absolutamente nada y dejaba clarísimo que en caso de cualquier daño a
la moto, tendríamos que pagar USD 300. El comerciante estaba demasiado
interesado en que pagáramos el seguro, pero no lo hicimos, nos pregunto a donde
iríamos para indicarnos el mejor camino y no encontrarnos con policías, como veníamos de países en que la gente era maravillosa y nos ayudaba en
todo, le dimos la ruta… gran error…
Nuestra primera parada fue las plantaciones de arroz, las
recorrimos por cerca de una hora y cuando llegamos a nuestra moto, tenia un
corte perfecto en el sillín, bastante raro jamás nos caímos y parecía intencionalmente
creado, desde ese minuto asumimos que
cuando devolviéramos la moto tendríamos una batalla con el comerciante, pero
seguimos nuestra camino para llegar al Templo Madre.
Decidimos alejarnos de la ciudad y hacerle caso al dueño de la moto, para no encontrarnos con policías, así fue como seguimos todos los caminos
paralelos y cuando nos encontrábamos con
la ruta formal estaba alguien cobrando un FEE por entrar a la ciudad (es
increíble como te quieren cobrar por todo). Nosotros volvíamos a la ruta poco visitada, pero entre que nos perdíamos y seguíamos el GPS del celular tomamos una ruta que nos llevo justo a 10 metros de la
policía, a penas los vimos nos detuvimos a simular que sacábamos fotos al paisaje, cuando el policía
nota que somos extranjeros nos comenzó a gritar
y correr tras de nosotros, como estábamos advertidos de la situación, tomamos nuestra moto y huimos del que pudo ser un robo a mano
armada de parte de la policía, (aunque llevábamos el dinero en
diferentes bolsillos como nos habían advertido) sabíamos que si seguíamos por
ese camino nos pararían por lo menos dos veces más y así fue como nos dimos a la fuga por caminos
aledaños.
Camino al templo madre, teníamos la preocupación del corte en el sillín y los policías, pero nos relajabamos al disfrutar de un hermosisimos paisaje de personas
trabajando en arrozales y niños jugando, cuando nos dieron cerca de las 6:30
llegamos a nuestro destino bastante
tarde a punto de anochecer…
Después de maravillarnos con la genial construcción de 22 templos en uno, teníamos que volver a Ubud, todo una Azaña considerando que era de noche, como ya te contamos antes
somos muy perdidos, por lo que tomamos todas las rutas como 3 veces,
además teníamos la preocupación del sillín roto, ¿Que diríamos?, nosotros no habíamos
sido... pero, cual seria nuestra excusa….
Finalmente llegamos a Ubud a eso de las 20:50 bastante tarde,
con el estomago apretado no íbamos a pagar los USD 300 de multa, pero ¿Que
decíamos?, para nuestro alivio y como era tan tarde, ya no estaba el “dueño de la moto” y dejamos la
llave en su casa, que noche mas terrible pasamos, pensamos todos los supuestos, desde la policia en la puerta del hostal hasta el tipo gritandonos a eso de las 7 am, sin embargo, a la mañana
siguiente estaba la moto, en otra parte estacionada y con el sillín completamente en buen estado…..
Que paso? ...
Que paso? ...
Era una estafa, de no ser "perdidos" y llegar tan tarde hubiésemos tenido un gran problema, a los dos días después, la moto nuevamente tenia el mismo daño en el
sillín y pensamos quizás a otros turista si le cobraron, lo que seria
lamentable, lo único que queda es
recomendar que jamás den su ruta al “ dueño de la moto”.
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